Su tumba vacía lo cambia todo.
El pastor Misael Susaña comparte en este sermón la realidad de la resurrección de Jesús, los logros de ésta y qué tiene eso que ver contigo.
7 razones para volver a congregarte.
El pastor Misael Susaña nos da siete razones bíblicas de por qué debemos congregarnos como iglesia en vez de ver las transmisiones de los servicios de adoración.
Nueva identidad y nuevo potencial en Cristo.
El cristiano tiene una nueva identidad (es muerto al pecado y vivo para Dios) y un nuevo potencial (es capaz de negarse al pecado y obedecer a Dios), gracias a la obra de Jesucristo.
Su gracia me libró y me guiará.
La gracia que Dios mostró al rey David es la misma gracia que Dios sigue mostrando a cada uno de nosotros hoy; por ella debemos estar agradecidos y en ella debemos esperar.
Eres más que vencedor.
Ninguna experiencia –independientemente de cuán mala o dolorosa sea– en la vida de los siervos de Dios es capaz de separarlos del amor de Dios en Cristo. Y por eso somos más que vencedores.
Dios proveerá.
El Dios que ciertamente proveyó para nuestra necesidad más grande al entregar a Su Hijo Jesús por nuestros pecados, también proveerá para nuestras demás necesidades más pequeñas.
Todo va a salir bien.
Toda experiencia en esta vida de los que aman a Dios está al servicio de su beneficio y su bien último es ser conformados al carácter de Jesucristo.
Tu futuro es brillante.
Dios está llevando a Sus hijos de las aflicciones del presente a la gloria futura de un cuerpo redimido y un mundo libre de corrupción.
Su tumba vacía lo cambia todo.
El pastor Misael Susaña comparte en este sermón la realidad de la resurrección de Jesús, los logros de ésta y qué tiene eso que ver contigo.
7 razones para volver a congregarte.
El pastor Misael Susaña nos da siete razones bíblicas de por qué debemos congregarnos como iglesia en vez de ver las transmisiones de los servicios de adoración.
Nueva identidad y nuevo potencial en Cristo.
El cristiano tiene una nueva identidad (es muerto al pecado y vivo para Dios) y un nuevo potencial (es capaz de negarse al pecado y obedecer a Dios), gracias a la obra de Jesucristo.
Su gracia me libró y me guiará.
La gracia que Dios mostró al rey David es la misma gracia que Dios sigue mostrando a cada uno de nosotros hoy; por ella debemos estar agradecidos y en ella debemos esperar.
Eres más que vencedor.
Ninguna experiencia –independientemente de cuán mala o dolorosa sea– en la vida de los siervos de Dios es capaz de separarlos del amor de Dios en Cristo. Y por eso somos más que vencedores.
Dios proveerá.
El Dios que ciertamente proveyó para nuestra necesidad más grande al entregar a Su Hijo Jesús por nuestros pecados, también proveerá para nuestras demás necesidades más pequeñas.
Todo va a salir bien.
Toda experiencia en esta vida de los que aman a Dios está al servicio de su beneficio y su bien último es ser conformados al carácter de Jesucristo.
Tu futuro es brillante.
Dios está llevando a Sus hijos de las aflicciones del presente a la gloria futura de un cuerpo redimido y un mundo libre de corrupción.