Transformación por renovación.
“Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta” (Romanos 12:1, 2. RVR1960).
El enojo, la ira y los conflictos.
«¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros? Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís. Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites» (Santiago 4:1-3. RVR1960).
Cómo el estrés ahoga la Palabra.
Oskar Arocha comparte cómo el estrés ahoga la Palabra que Dios ha plantado en nuestros corazones y cómo podemos evitar esto.
Los ídolos del corazón.
Un ídolo es cualquier cosa o persona que se adueña de mi corazón más que Dios. Dios, en Su amor, se opone a nuestros ídolos y nos llama al arrepentimiento.
La propiciación.
Propiciar es apaciguar el enojo de alguien ofendido. Cuando Cristo murió en la cruz, Él absorbió toda la ira de Dios y habiendo sido resuelto el problema de la ira de Dios, tenemos paz para con Dios por medio de la fe en Jesucristo.
Transformación por renovación.
“Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta” (Romanos 12:1, 2. RVR1960).
El enojo, la ira y los conflictos.
«¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros? Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís. Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites» (Santiago 4:1-3. RVR1960).
Cómo el estrés ahoga la Palabra.
Oskar Arocha comparte cómo el estrés ahoga la Palabra que Dios ha plantado en nuestros corazones y cómo podemos evitar esto.
Los ídolos del corazón.
Un ídolo es cualquier cosa o persona que se adueña de mi corazón más que Dios. Dios, en Su amor, se opone a nuestros ídolos y nos llama al arrepentimiento.
La propiciación.
Propiciar es apaciguar el enojo de alguien ofendido. Cuando Cristo murió en la cruz, Él absorbió toda la ira de Dios y habiendo sido resuelto el problema de la ira de Dios, tenemos paz para con Dios por medio de la fe en Jesucristo.