Amor por los hermanos.
El amor hacia los hermanos (hijos de Dios), derivado del amor de Dios (el Padre) derramado en nuestros corazones es evidencia de vida espiritual en una persona.
La fe en Jesucristo.
Según la Palabra de Dios, creer que Jesús –más que un mero profeta o maestro– es el Mesías prometido por Dios para salvar a Su pueblo es lo que indicará que tienes vida espiritual.
Amor por los hermanos.
El amor hacia los hermanos (hijos de Dios), derivado del amor de Dios (el Padre) derramado en nuestros corazones es evidencia de vida espiritual en una persona.
La fe en Jesucristo.
Según la Palabra de Dios, creer que Jesús –más que un mero profeta o maestro– es el Mesías prometido por Dios para salvar a Su pueblo es lo que indicará que tienes vida espiritual.