«Que los ancianos sean sobrios, serios, prudentes, sanos en la fe, en el amor, en la paciencia. Las ancianas asimismo sean reverentes en su porte; no calumniadoras, no esclavas del vino, maestras del bien» (Tito 2:2, 3. RVR1960).
ETIQUTAS: Miguel Ángel CastilloTito