Hay una enfermedad que amenaza nuestros corazones: incredulidad que lleva al corazón a endurecerse. Y el remedio contra esta terrible enfermedad es la exhortación cada día.
ETIQUTAS: HebreosMisael SusañaSermones Generales
"edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo" (Efesios 2:20).
Hay una enfermedad que amenaza nuestros corazones: incredulidad que lleva al corazón a endurecerse. Y el remedio contra esta terrible enfermedad es la exhortación cada día.