Comiendo la cena indignamente.
“De manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor. Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa” (1 Corintios 11:27, 28. RVR1960).
Tus palabras te definen.
Tus palabras muestran quien eres: si tu identidad está arraigada en Cristo, entonces las palabras que saldrán de tu boca serán buenas.
No te olvidaré ni dejaré de amar.
Las madres reflejan de una manera especial el tierno amor de Dios por Sus hijos. Al mismo tiempo, el amor de Dios por Su pueblo excede infinitamente el amor de todas las madres por sus hijos.
Los sufrimientos de Cristo y las glorias venidera.
“Escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos” (1 Pedro 1:11. RVR1960).
Reedificando los muros.
“Les dije, pues: Vosotros veis el mal en que estamos, que Jerusalén está desierta, y sus puertas consumidas por el fuego; venid, y edifiquemos el muro de Jerusalén, y no estemos más en oprobio” (Nehemías 2:17. RVR1960).
Cuando un padre ofrece a su hijo.
Misael Susaña comparte las lecciones que aprendemos de Génesis 22, en donde Dios prueba a Abraham al pedirle que ofreciera a Isaac.
El sufrimiento y la seguridad del creyente.
Los sufrimientos del creyente traen alabanzas a Dios y seguridad de salvación.
Nuestra gran salvación.
Nuestra gran salvación fue el tema de estudio principal de los profetas del Antiguo Testamento y también debe ser el tema de estudio nuestro.
Comiendo la cena indignamente.
“De manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor. Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa” (1 Corintios 11:27, 28. RVR1960).
Tus palabras te definen.
Tus palabras muestran quien eres: si tu identidad está arraigada en Cristo, entonces las palabras que saldrán de tu boca serán buenas.
No te olvidaré ni dejaré de amar.
Las madres reflejan de una manera especial el tierno amor de Dios por Sus hijos. Al mismo tiempo, el amor de Dios por Su pueblo excede infinitamente el amor de todas las madres por sus hijos.
Los sufrimientos de Cristo y las glorias venidera.
“Escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos” (1 Pedro 1:11. RVR1960).
Reedificando los muros.
“Les dije, pues: Vosotros veis el mal en que estamos, que Jerusalén está desierta, y sus puertas consumidas por el fuego; venid, y edifiquemos el muro de Jerusalén, y no estemos más en oprobio” (Nehemías 2:17. RVR1960).
Cuando un padre ofrece a su hijo.
Misael Susaña comparte las lecciones que aprendemos de Génesis 22, en donde Dios prueba a Abraham al pedirle que ofreciera a Isaac.
El sufrimiento y la seguridad del creyente.
Los sufrimientos del creyente traen alabanzas a Dios y seguridad de salvación.
Nuestra gran salvación.
Nuestra gran salvación fue el tema de estudio principal de los profetas del Antiguo Testamento y también debe ser el tema de estudio nuestro.