La envidia.
“En cuanto a mí, casi se deslizaron mis pies; por poco resbalaron mis pasos. Porque tuve envidia de los arrogantes, viendo la prosperidad de los impíos” (Salmos 73:2, 3. RVR1960).
El abrigo del Altísimo [II]
El pastor Huascar De Salas nos muestra, a partir de Salmos 91, las promesas de bien que Dios hace para todos aquellos que habitan a Su abrigo.
El abrigo del Altísimo.
“El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente. Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; mi Dios, en quien confiaré” (Salmos 91:1, 2. RVR1960).
Nuestro amparo & fortaleza.
Dios tiene un control soberano sobre los fenómenos atmosféricos, sobre las naciones y sobre nuestra vida. Confiemos, por lo tanto, en Él.
Contemplando la hermosura del Señor.
“Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré; que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo” (Salmos 27:4. RVR1960).
Un corazón contrito y humillado.
“Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios” (Salmos 51:17).
El Señor es mi pastor.
Debido a que el Señor es nuestro pastor nada nos faltará, principalmente ninguna de las cosas que se prometen en el Salmo 23.
La dicha del perdonado.
¿En qué consiste el perdón? ¿Por qué muchos no tienen este perdón? ¿Cómo obtenemos este perdón? ¿Cuáles son algunos beneficios de este perdón?
La envidia.
“En cuanto a mí, casi se deslizaron mis pies; por poco resbalaron mis pasos. Porque tuve envidia de los arrogantes, viendo la prosperidad de los impíos” (Salmos 73:2, 3. RVR1960).
El abrigo del Altísimo [II]
El pastor Huascar De Salas nos muestra, a partir de Salmos 91, las promesas de bien que Dios hace para todos aquellos que habitan a Su abrigo.
El abrigo del Altísimo.
“El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente. Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; mi Dios, en quien confiaré” (Salmos 91:1, 2. RVR1960).
Nuestro amparo & fortaleza.
Dios tiene un control soberano sobre los fenómenos atmosféricos, sobre las naciones y sobre nuestra vida. Confiemos, por lo tanto, en Él.
Contemplando la hermosura del Señor.
“Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré; que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo” (Salmos 27:4. RVR1960).
Un corazón contrito y humillado.
“Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios” (Salmos 51:17).
El Señor es mi pastor.
Debido a que el Señor es nuestro pastor nada nos faltará, principalmente ninguna de las cosas que se prometen en el Salmo 23.
La dicha del perdonado.
¿En qué consiste el perdón? ¿Por qué muchos no tienen este perdón? ¿Cómo obtenemos este perdón? ¿Cuáles son algunos beneficios de este perdón?