La Palabra de Dios es tu vida.
“Aplicad vuestro corazón a todas las palabras que yo os testifico hoy, para que las mandéis a vuestros hijos, a fin de que cuiden de cumplir todas las palabras de esta ley. Porque no os es cosa vana; es vuestra vida, y por medio de esta ley haréis prolongar vuestros días sobre la tierra adonde vais, pasando el Jordán, para tomar posesión de ella” (Deuteronomio 32:46, 47).
Adoración, motivador de misiones.
El cumplimiento de nuestra misión fluye de un corazón que adora a Dios. Cuando adoramos a Dios, naturalmente buscamos compartir el amor de Dios con otros.
La Palabra de Dios es tu vida.
“Aplicad vuestro corazón a todas las palabras que yo os testifico hoy, para que las mandéis a vuestros hijos, a fin de que cuiden de cumplir todas las palabras de esta ley. Porque no os es cosa vana; es vuestra vida, y por medio de esta ley haréis prolongar vuestros días sobre la tierra adonde vais, pasando el Jordán, para tomar posesión de ella” (Deuteronomio 32:46, 47).
Adoración, motivador de misiones.
El cumplimiento de nuestra misión fluye de un corazón que adora a Dios. Cuando adoramos a Dios, naturalmente buscamos compartir el amor de Dios con otros.