El Milagro de los Cinco Mil.
«Y cuando se hubieron saciado, dijo a sus discípulos: Recoged los pedazos que sobraron, para…
Un Milagro de Larga Distancia.
«Dícele Jesús: Ve, tu hijo vive. Y el hombre creyó á la palabra que Jesús…
La gracia de Dios en la salvación de los hijos.
«Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos. Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él. Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios» (Juan 3:1-3. RVR1960).
¡Verdadera libertad!
os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado… Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres» (Juan 8:34, 36. RVR1960).
Yo soy el buen pastor.
Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas» (Juan 10:11. RVR1960).
Jesucristo espera nuestro amor incondicional.
“Les dijo Jesús: Venid, comed. Y ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: ¿Tú, quién eres? sabiendo que era el Señor. Vino, pues, Jesús, y tomó el pan y les dio, y asimismo del pescado. Esta era ya la tercera vez que Jesús se manifestaba a sus discípulos, después de haber resucitado de los muertos” (Juan 21:12-14. RVR1960).
¿Qué hace un pastor?
«Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos. El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. Yos oy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas» (Juan 10:9-11. RVR1960).
Amándonos unos a otros.
La base de nuestra preocupación por los demás es el amor, el cual Jesús modeló para nosotros.
El Milagro de los Cinco Mil.
«Y cuando se hubieron saciado, dijo a sus discípulos: Recoged los pedazos que sobraron, para…
Un Milagro de Larga Distancia.
«Dícele Jesús: Ve, tu hijo vive. Y el hombre creyó á la palabra que Jesús…
La gracia de Dios en la salvación de los hijos.
«Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos. Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él. Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios» (Juan 3:1-3. RVR1960).
¡Verdadera libertad!
os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado… Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres» (Juan 8:34, 36. RVR1960).
Yo soy el buen pastor.
Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas» (Juan 10:11. RVR1960).
Jesucristo espera nuestro amor incondicional.
“Les dijo Jesús: Venid, comed. Y ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: ¿Tú, quién eres? sabiendo que era el Señor. Vino, pues, Jesús, y tomó el pan y les dio, y asimismo del pescado. Esta era ya la tercera vez que Jesús se manifestaba a sus discípulos, después de haber resucitado de los muertos” (Juan 21:12-14. RVR1960).
¿Qué hace un pastor?
«Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos. El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. Yos oy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas» (Juan 10:9-11. RVR1960).
Amándonos unos a otros.
La base de nuestra preocupación por los demás es el amor, el cual Jesús modeló para nosotros.