Cuando nos asaltan nuestro temores.
“Alzando Jacob sus ojos, miró, y he aquí venía Esaú, y los cuatrocientos hombres con él; entonces repartió él los niños entre Lea y Raquel y las dos siervas… Pero Esaú corrió a su encuentro y le abrazó, y se echó sobre su cuello, y le besó; y lloraron” (Génesis 33:1-4; RVR160).
Lucha libre con Dios.
La vida de Jacob es similar a la tuya y la mía: personas enemigas de Cristo que seguían la corriente de este mundo, sin esperanza y sin Dios. Pero Dios nos dio vida juntamente con Cristo, Su gracia triunfó.
En el gimnasio de Dios.
En medio de las pruebas y de los temores en este mundo, Dios está en control, obrando en nuestras vidas.
Cuando nos persiguen.
Hay personas que nos perseguirán por el simple hecho de ser cristianos, unido a esto está nuestro temperamento pecaminoso. El pastor Huascar De Salas nos enseña qué hacer cuando nos persiguen.
Cuando las circunstancias cambian.
Todas las cosas, excepto Dios y Su Palabra, cambian. El pastor Huascar De Salas nos enseña qué hacer cuando las circunstancias cambian.
Dios en medio de los asuntos laborales.
«Aconteció cuando Raquel hubo dado a luz a José, que Jacob dijo a Labán: Envíame, e iré a mi lugar, y a mi tierra. Dame mis mujeres y mis hijos, por las cuales he servido contigo, y déjame ir; pues tú sabes los servicios que te he hecho. Y Labán le respondió: Halle yo ahora gracia en tus ojos, y quédate; he experimentado que Jehová me ha bendecido por tu causa. Y dijo: Señálame tu salario, y yo lo daré» (Génesis 30:25-43).
Dios a través de nuestros problemas familiares.
«Viendo Raquel que no daba hijos a Jacob, tuvo envidia de su hermana, y decía a Jacob: Dame hijos, o si no, me muero. Y Jacob se enojó contra Raquel, y dijo: ¿Soy yo acaso Dios, que te impidió el fruto de tu vientre?» (Génesis 30:1-2; RVR1960).
El entretejido misterioso de la providencia.
Aunque nuestra vida parezca entretejida en forma complicada y sin sentido, nuestra vida está dirigida magistralmente por el Dios de la providencia, que dirige todas las cosas para Su gloria y nuestro bien final.
Cuando nos asaltan nuestro temores.
“Alzando Jacob sus ojos, miró, y he aquí venía Esaú, y los cuatrocientos hombres con él; entonces repartió él los niños entre Lea y Raquel y las dos siervas… Pero Esaú corrió a su encuentro y le abrazó, y se echó sobre su cuello, y le besó; y lloraron” (Génesis 33:1-4; RVR160).
Lucha libre con Dios.
La vida de Jacob es similar a la tuya y la mía: personas enemigas de Cristo que seguían la corriente de este mundo, sin esperanza y sin Dios. Pero Dios nos dio vida juntamente con Cristo, Su gracia triunfó.
En el gimnasio de Dios.
En medio de las pruebas y de los temores en este mundo, Dios está en control, obrando en nuestras vidas.
Cuando nos persiguen.
Hay personas que nos perseguirán por el simple hecho de ser cristianos, unido a esto está nuestro temperamento pecaminoso. El pastor Huascar De Salas nos enseña qué hacer cuando nos persiguen.
Cuando las circunstancias cambian.
Todas las cosas, excepto Dios y Su Palabra, cambian. El pastor Huascar De Salas nos enseña qué hacer cuando las circunstancias cambian.
Dios en medio de los asuntos laborales.
«Aconteció cuando Raquel hubo dado a luz a José, que Jacob dijo a Labán: Envíame, e iré a mi lugar, y a mi tierra. Dame mis mujeres y mis hijos, por las cuales he servido contigo, y déjame ir; pues tú sabes los servicios que te he hecho. Y Labán le respondió: Halle yo ahora gracia en tus ojos, y quédate; he experimentado que Jehová me ha bendecido por tu causa. Y dijo: Señálame tu salario, y yo lo daré» (Génesis 30:25-43).
Dios a través de nuestros problemas familiares.
«Viendo Raquel que no daba hijos a Jacob, tuvo envidia de su hermana, y decía a Jacob: Dame hijos, o si no, me muero. Y Jacob se enojó contra Raquel, y dijo: ¿Soy yo acaso Dios, que te impidió el fruto de tu vientre?» (Génesis 30:1-2; RVR1960).
El entretejido misterioso de la providencia.
Aunque nuestra vida parezca entretejida en forma complicada y sin sentido, nuestra vida está dirigida magistralmente por el Dios de la providencia, que dirige todas las cosas para Su gloria y nuestro bien final.