Obediencia en el temor de Dios.
«Solamente que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo, para que o sea que vaya a veros, o que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu, combatiendo unánimes por la fe del evangelio, y en nada intimidados por los que se oponen, que para ellos ciertamente es indicio de perdición, mas para vosotros de salvación; y esto de Dios» (Filipenses 1:27-28. RVR1960).
El dilema de un siervo de Dios.
«Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor; pero quedar en la carne es más necesario por causa de vosotros» (Filipenses 1:23, 24. RVR1960).
Morir es ganancia.
«Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia» (Filipenses 1:21. RVR1960).
Vivir es Cristo.
«Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia» (Filipenses 1:21. RVR1960).
La confianza del apóstol Pablo.
La confianza del apóstol Pablo estaba basada en (1) la voluntad del Señor, (2) la oración de los santos, (3) la provisión del Espíritu, (4) la esperanza de Cristo y (5) el plan de Dios.
Bendiciones que traen los contenciosos.
«¿Qué, pues? Que no obstante, de todas maneras, o por pretexto o por verdad, Cristo es anunciado; y en esto me gozo, y me gozaré aún» (Filipenses 1:18. RVR1960).
La cárcel donde prosperó el evangelio.
“Quiero que sepáis, hermanos, que las cosas que me han sucedido, han redundado más bien para el progreso del evangelio, de tal manera que mis prisiones se han hecho patentes en Cristo en todo el pretorio, y a todos los demás. Y la mayoría de los hermanos, cobrando ánimo en el Señor con mis prisiones, se atreven mucho más a hablar la palabra sin temor” (Filipenses 1:12-14. RVR1960).
Para que crezcamos en amor.
«Y esto pido en oración, que vuestro amor abunde aún más y más en ciencia y en todo conocimiento, para que aprobéis lo mejor, a fin de que seáis sinceros e irreprensibles para el día de Cristo, llenos de frutos de justicia que son por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios» (Filipenses 1:9-11. RVR1960).
Obediencia en el temor de Dios.
«Solamente que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo, para que o sea que vaya a veros, o que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu, combatiendo unánimes por la fe del evangelio, y en nada intimidados por los que se oponen, que para ellos ciertamente es indicio de perdición, mas para vosotros de salvación; y esto de Dios» (Filipenses 1:27-28. RVR1960).
El dilema de un siervo de Dios.
«Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor; pero quedar en la carne es más necesario por causa de vosotros» (Filipenses 1:23, 24. RVR1960).
Morir es ganancia.
«Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia» (Filipenses 1:21. RVR1960).
Vivir es Cristo.
«Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia» (Filipenses 1:21. RVR1960).
La confianza del apóstol Pablo.
La confianza del apóstol Pablo estaba basada en (1) la voluntad del Señor, (2) la oración de los santos, (3) la provisión del Espíritu, (4) la esperanza de Cristo y (5) el plan de Dios.
Bendiciones que traen los contenciosos.
«¿Qué, pues? Que no obstante, de todas maneras, o por pretexto o por verdad, Cristo es anunciado; y en esto me gozo, y me gozaré aún» (Filipenses 1:18. RVR1960).
La cárcel donde prosperó el evangelio.
“Quiero que sepáis, hermanos, que las cosas que me han sucedido, han redundado más bien para el progreso del evangelio, de tal manera que mis prisiones se han hecho patentes en Cristo en todo el pretorio, y a todos los demás. Y la mayoría de los hermanos, cobrando ánimo en el Señor con mis prisiones, se atreven mucho más a hablar la palabra sin temor” (Filipenses 1:12-14. RVR1960).
Para que crezcamos en amor.
«Y esto pido en oración, que vuestro amor abunde aún más y más en ciencia y en todo conocimiento, para que aprobéis lo mejor, a fin de que seáis sinceros e irreprensibles para el día de Cristo, llenos de frutos de justicia que son por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios» (Filipenses 1:9-11. RVR1960).