«Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría, al único y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio y potencia, ahora y por todos los siglos. Amén.»(Judas 24-25. RVR1960).
ETIQUTAS: Epístola de JudasJudasMiguel Ángel Castillo